Los que se Atuchinizaron y los que no...

Varios fueron los intentos de los que por alguna u otra razón quisieron ingresar al club de los infortunios, de lo cuales al día de hoy, los que hacemos el club, aseguramos desconocer los intereses de estos particulares ejemplares para efectivizar tal acción y de los que algunos hasta el día de hoy intentan adentrarse en este fabulezco mundo atuchence.

Contadas veces hemos querido alertar sobre el potecial peligro de pertenecer a nuestras filas, de los daños colaterales, de la "mufa" que podría acarrear para su vida en un futuro no muy lejano el haberse introducido, haberse relacionado y haber hecho uso de las instalaciones de la institución más indescifrable hasta hoy conocida.

Un caso relevante e inevitable fue por ejemplo el de "Nacho" (Ignacio Cutro), el cual, cuando quisimos advertir la situación a la que se exponía, ya estaba más metido en el interior de Atucha que pito de recién casado en la noche de bodas.

Casos como los de "Lichu" (Lisandro Sica), "Nico" (Nicolás Alet), "Ernestor" (Ernesto bla bla), y demás sigularidades (que obviamos mencionar), que a pesar de sus esporádicas y eventuales apariciones han quedado indirectamente excluidos de la institución, en mucho de los casos por voluntad propia, justamente por la falta de asistencia a las reuniones semanales que se han venido celebrando a lo largo de la vida atuchence en distintos predios preestablecidos, han sido motivo de arduas discusiones, entredichos y debates que nunca han pasado a mayores, como la mayoría de los enfrentamientos verbales de la comisión directiva que, si bien han producido momentos de desagradable alta tensión con alzamientos vocales, nunca han logrado obtener un descenlace fructífero en la resolución de ningún caso. Tampoco esperamos un cambio ni a corto ni a largo plazo.

Después de todo... esto es Atucha. La absurdidad a la orden del día.

Farip's